cero dieciséis
Capitulo editado.
Kirishima optó por caminar hasta su habitación y encerrarse en ella, era la opción más viable y tranquilizadora, sin embargo su cabeza seguía presionándolo y lidiar consigo mismo era lo que menos quería en ese momento.Las horas encerradas en él son dolorosas, pasan lentamente, y no puede dejar de pensar en lo que pasó ese día y los días anteriores. Continúa con muchas preguntas en la cabeza y sin respuestas.La noche se vuelve tenuemente corta en un lugar que se siente mucho más frío de lo habitual y la abrumadora necesidad de llorar es demasiado para soportarlo solo, pero él no tiene a nadie, entiende esa parte deprimente de sí mismo, nadie puede darle lo que necesita dónde solo hay personas que enfatizan que está equivocado, que necesita ayuda, y Kirishima piensa que están tristemente equivocados, él está perfectamente bien, solo necesita a las mismas personas que lo destruyeron cuando era niño para reparar su corazón.Un corazón que fue desgarrado con frialdad por las dos personas que más amaba cruelmente en su vida.Kirishima cierra los ojos por un momento y cuando los abre, la brillante sensación de molestia lo golpea en la cara reprochándole que nunca ha hecho nada bueno con su vida, y que si no puede ser la salvación para sí mismo, nunca será para alguien más. Y dentro de su pequeño ensueño no comprende cómo el amanecer llegó tan rápido, pero hay tantas cosas que no comprende a su alrededor que ese hecho queda ensombrecido por un triste acontecimiento.Levantando su rostro se percata que ahí una mirada fría y cruda frente a él, un cuerpo blanco que temblaba con cada espasmo que le recuerda que él también carecía de humanidad. Y en una situación en la que antes podría haber estado muerto de miedo al ver a alguien frente a él llorando desgarradoramente, ahora es simplemente monotonía. Kirishima no dice una palabra, tiene la garganta cerrada, y solo siendo capaz de hacer un movimiento involuntario para sentarse en su cama, espera que su invitado comience a hablar, pero no sucede, y el silencio entre ellos es espeluznante en muchos sentidos, no solo porque puede ver mucho resentimiento en la cara frente a él, sino también porque no está muy seguro de si merece ser estructurado de esa manera.— ¿Qué deseas? – Kirishima nervioso, se atreve a preguntar, su voz aún suena neutra y siente que poco a poco su respiración va disminuyendo.— No estamos de humor para esto, los dos.— Quiero una disculpa.– Responde Blasty en poco tiempo, su voz es apenas audible, pero en una habitación vacía, que les recuerda lo que son, su voz suena gigantesca.— Es lo mínimo que debes darme, tú me has hecho algo muy feo.— Solo te pedí la verdad, porque necesito la verdad.– Kirishima responde. Y ambos están heridos y confundidos en una situación que quizás, no fue culpa de nadie desde el principio.— No quiero complicar esto más, solo quiero que sea fácil para nosotros decir la verdad, por eso Blasty, ¿Fuiste tú?— Deberías haber confiado un poco más en mí.– Blasty suspira y su autocontrol parece estar perfectamente bien, pero pequeñas cosas lo delatan, sus hombros caídos son solo una prueba de ello.— No sabes cómo estoy, me lastimaste con esto... no puedes juzgar a la gente así solo por algo en lo que le crees, Kirishima. Y por si no lo sabes, la mentira es como un cristal frágil y la verdad siempre está a la vuelta de la esquina.Blasty sonríe cuando termina, y el incómodo silencio los ataca a ambos sin piedad ni consideración por cómo se pueden sentir. La culpa es pesada e increíblemente hiriente. El ambiente opresivo poco a poco ahoga a Kirishima quien se levanta de su cama y se acerca a Blasty, pero no lo toca, no se atreve a hacerlo, la distancia entre ellos se siente gigantesca y el dolor aumenta cuando el llanto de Blasty es audible para ambos. — Está bien, fue mi culpa, no debería haberte culpado.– Kirishima lleva su mano al rostro frío de la persona frente a él. La calidez del rostro de Blasty lo sorprende, puede sentir la sangre fluyendo por sus mejillas sonrojadas.— No volverá a pasar, perdóname.Blasty suspira, menos inquieto, más sereno y da un paso adelante en busca de calidez en el pecho del otro, y entre las lágrimas que se pueden sentir, sonrió levemente.— Todo esto está por terminar, Eijiro.– Blasty murmura.— Por hoy no te vayas.– Kirishima suspira al escuchar fragmentos rotos en una voz que siempre sonaba a seguridad y coraje.— Quiero que te quedes conmigo en esta habitación.— Todo el mundo está por levantarse y no es bueno que me vean aquí contigo y en este estado.– Blasty deslizó lentamente su agarre y se dio la vuelta.El frío invadió rápidamente a Kirishima, quien al presenciar cómo el rubio salía de la habitación, sintió que poco a poco iba perdiendo partes de sí mismo. El pelirrojo un poco fuera de sí, volvió a su cama, se envolvió en ella y empezó a llorar. Cada día era más extraño, no quería volver a estar solo.Blasty suspiró apoyado contra la puerta cuando el llanto de Kirishima inundó su sistema, reanudó su paso y en cuanto llegó al tercer piso comenzó a llorar nuevamente, mientras una sonrisa permanecía en su rostro, no pudo evitarlo, sabía perfectamente lo que era, sucedería y no podía posponerlo. Se sentía como un idiota, un bastardo sentimental, pero seguía llorando.El agotamiento llevó a Kirishima a lo más profundo de sí mismo, donde sus recuerdos son borrosos, sus memorias están rotas y el borde de la verdad lo interrumpe cada vez que intenta profundizar un poco más.El pelirrojo no comprende lo que recuerda vagamente y lo hace sentir tan sentimental. No entiende quiénes son las personas frente a él y por qué se ven tan inalcanzables, por qué no puede tocarlas y están tan tristes.Eso le afecta, todo eso, justo en ese momento en el que no tiene el control de sí mismo, es una pesadilla, que es más que difícil que cualquier otra sensación, porque es difícil despertar de una pesadilla cuando no estás dormido."Deberías haberme elegido a mí, Eijiro."— Kirishima.– La tercera voz resuena en la cabeza del pelirrojo como un eco lejano.— Kirishima, ¿estás bien?"Sin embargo, todavía decidiste deshacerte de mí."— Gemelos...– murmura Kirishima en su ensueño, luchando por recuperar el control de sí mismo y parecer normal.— Uno de ellos... uno de ellos está muerto ... Y el responsable... Fue...El dolor interior es inexplicable. Su corazón estaba por explotar y su mente estaba acelerada. Ahora comprende, las experiencias dolorosas pueden cambiar a una persona.— ¿De qué estás hablando? – La tercera persona toca su hombro y trata de sacudirlo un poco, sin embargo para Kirishima el toque arde, y siente que sus ojos comienzan a arder cuando trata de enfocarse en la persona frente a él.— ¿Quién eres tú? – preguntó Kirishima. La persona frente a él está sorprendida y todavía sostiene su toque.— Soy Shoto, Kirishima.– Todoroki murmura en voz baja. Aquí es cuando la imagen se vuelve clara y todo en su habitación parece volver a su color natural. Kirishima siente que se ha liberado de algo.— Todoroki Shoto.— Suéltame...– murmuró oscuramente el pelirrojo sin mirar al rostro del chico.— No me vuelvas a tocar. Dijiste que no querías que estuviera más cerca, ahora no me molestes.Las palabras hieren casi de inmediato al heterocromático, que da dos pasos atrás mientras su cuerpo se torna torpe y se siente diminuto, está mirando a una persona que no conoce del todo. El Kirishima frente a él no es la persona que dice amarlo, esa persona nunca usaría un tono tan desagradable y no lo miraría de una manera tan cruda. No hay error, la persona que tiene enfrente no es la persona que ama platónicamente.— No seas así conmigo, Eijiro.– Todoroki logra decir.Todoroki llora, lo hace en voz alta tratando de llevarse ambas manos a la boca para sofocar los espasmos de ser rechazado por su persona especial.— Yo fui quien te dijo eso.– Una nueva voz resuena desde el fondo del pasillo. Después de un rato, ambos pueden ver a Midoriya cruzar la puerta y caminar hasta el lado de Todoroki— No es su culpa. No le eches encima tus viejas costumbres.— Eijiro, lo siento.– Todoroki sollozó dando un paso adelante. Antes de que pudiera lanzarse sobre el pelirrojo, alguien lo detuvo. Todoroki se voltea para mirar a Midoriya quien niega con la cabeza.— Izuku solo estaba celoso.— No son los celos.– Midoriya soltó su agarre en el heterocromático y se centró en la mirada sombría de Kirishima.— Es solo precaución". Sin embargo, no quise hacerte daño.— No importa lo que me digas, no quiero escucharte ahora.– Kirishima enderezó su cuerpo y se dedicó a levantarse de la cama. Cuando volvió su mirada hacia ambos chicos, se encontró a sí mismo plano con gafas redondas gigantes chocando con su fino cabello rojo.— ¿Quieres ir al jardín? – Estaré solo. Midoriya moduló lentamente. Kirishima lo analizó cuidadosamente antes de mirar a Todoroki.— Conversemos un poco.— ¿Y Shoto? – Pregunto.— El Dr. Bakugou me pidió que fuera a su oficina.– Todoroki dijo rápida y nerviosamente por la presión en toda la situación.— Por favor, arreglen lo que está mal, esto puede terminar afectándonos a todos.Ambos muchachos, Kirishima y Midoriya vieron a Todoroki limpiarse las lágrimas con la manga de su mano y suspirar para poder darse la vuelta y salir del lugar. Todo estaba completamente en silencio cuando Kirishima volvió a mirar a Midoriya, encontrando una sonrisa cálida, pero poco sincera. Kirishima antes de darse la vuelta y salir de la habitación se preguntó por qué Midoriya era ese tipo de persona.
Kirishima optó por caminar hasta su habitación y encerrarse en ella, era la opción más viable y tranquilizadora, sin embargo su cabeza seguía presionándolo y lidiar consigo mismo era lo que menos quería en ese momento.Las horas encerradas en él son dolorosas, pasan lentamente, y no puede dejar de pensar en lo que pasó ese día y los días anteriores. Continúa con muchas preguntas en la cabeza y sin respuestas.La noche se vuelve tenuemente corta en un lugar que se siente mucho más frío de lo habitual y la abrumadora necesidad de llorar es demasiado para soportarlo solo, pero él no tiene a nadie, entiende esa parte deprimente de sí mismo, nadie puede darle lo que necesita dónde solo hay personas que enfatizan que está equivocado, que necesita ayuda, y Kirishima piensa que están tristemente equivocados, él está perfectamente bien, solo necesita a las mismas personas que lo destruyeron cuando era niño para reparar su corazón.Un corazón que fue desgarrado con frialdad por las dos personas que más amaba cruelmente en su vida.Kirishima cierra los ojos por un momento y cuando los abre, la brillante sensación de molestia lo golpea en la cara reprochándole que nunca ha hecho nada bueno con su vida, y que si no puede ser la salvación para sí mismo, nunca será para alguien más. Y dentro de su pequeño ensueño no comprende cómo el amanecer llegó tan rápido, pero hay tantas cosas que no comprende a su alrededor que ese hecho queda ensombrecido por un triste acontecimiento.Levantando su rostro se percata que ahí una mirada fría y cruda frente a él, un cuerpo blanco que temblaba con cada espasmo que le recuerda que él también carecía de humanidad. Y en una situación en la que antes podría haber estado muerto de miedo al ver a alguien frente a él llorando desgarradoramente, ahora es simplemente monotonía. Kirishima no dice una palabra, tiene la garganta cerrada, y solo siendo capaz de hacer un movimiento involuntario para sentarse en su cama, espera que su invitado comience a hablar, pero no sucede, y el silencio entre ellos es espeluznante en muchos sentidos, no solo porque puede ver mucho resentimiento en la cara frente a él, sino también porque no está muy seguro de si merece ser estructurado de esa manera.— ¿Qué deseas? – Kirishima nervioso, se atreve a preguntar, su voz aún suena neutra y siente que poco a poco su respiración va disminuyendo.— No estamos de humor para esto, los dos.— Quiero una disculpa.– Responde Blasty en poco tiempo, su voz es apenas audible, pero en una habitación vacía, que les recuerda lo que son, su voz suena gigantesca.— Es lo mínimo que debes darme, tú me has hecho algo muy feo.— Solo te pedí la verdad, porque necesito la verdad.– Kirishima responde. Y ambos están heridos y confundidos en una situación que quizás, no fue culpa de nadie desde el principio.— No quiero complicar esto más, solo quiero que sea fácil para nosotros decir la verdad, por eso Blasty, ¿Fuiste tú?— Deberías haber confiado un poco más en mí.– Blasty suspira y su autocontrol parece estar perfectamente bien, pero pequeñas cosas lo delatan, sus hombros caídos son solo una prueba de ello.— No sabes cómo estoy, me lastimaste con esto... no puedes juzgar a la gente así solo por algo en lo que le crees, Kirishima. Y por si no lo sabes, la mentira es como un cristal frágil y la verdad siempre está a la vuelta de la esquina.Blasty sonríe cuando termina, y el incómodo silencio los ataca a ambos sin piedad ni consideración por cómo se pueden sentir. La culpa es pesada e increíblemente hiriente. El ambiente opresivo poco a poco ahoga a Kirishima quien se levanta de su cama y se acerca a Blasty, pero no lo toca, no se atreve a hacerlo, la distancia entre ellos se siente gigantesca y el dolor aumenta cuando el llanto de Blasty es audible para ambos. — Está bien, fue mi culpa, no debería haberte culpado.– Kirishima lleva su mano al rostro frío de la persona frente a él. La calidez del rostro de Blasty lo sorprende, puede sentir la sangre fluyendo por sus mejillas sonrojadas.— No volverá a pasar, perdóname.Blasty suspira, menos inquieto, más sereno y da un paso adelante en busca de calidez en el pecho del otro, y entre las lágrimas que se pueden sentir, sonrió levemente.— Todo esto está por terminar, Eijiro.– Blasty murmura.— Por hoy no te vayas.– Kirishima suspira al escuchar fragmentos rotos en una voz que siempre sonaba a seguridad y coraje.— Quiero que te quedes conmigo en esta habitación.— Todo el mundo está por levantarse y no es bueno que me vean aquí contigo y en este estado.– Blasty deslizó lentamente su agarre y se dio la vuelta.El frío invadió rápidamente a Kirishima, quien al presenciar cómo el rubio salía de la habitación, sintió que poco a poco iba perdiendo partes de sí mismo. El pelirrojo un poco fuera de sí, volvió a su cama, se envolvió en ella y empezó a llorar. Cada día era más extraño, no quería volver a estar solo.Blasty suspiró apoyado contra la puerta cuando el llanto de Kirishima inundó su sistema, reanudó su paso y en cuanto llegó al tercer piso comenzó a llorar nuevamente, mientras una sonrisa permanecía en su rostro, no pudo evitarlo, sabía perfectamente lo que era, sucedería y no podía posponerlo. Se sentía como un idiota, un bastardo sentimental, pero seguía llorando.El agotamiento llevó a Kirishima a lo más profundo de sí mismo, donde sus recuerdos son borrosos, sus memorias están rotas y el borde de la verdad lo interrumpe cada vez que intenta profundizar un poco más.El pelirrojo no comprende lo que recuerda vagamente y lo hace sentir tan sentimental. No entiende quiénes son las personas frente a él y por qué se ven tan inalcanzables, por qué no puede tocarlas y están tan tristes.Eso le afecta, todo eso, justo en ese momento en el que no tiene el control de sí mismo, es una pesadilla, que es más que difícil que cualquier otra sensación, porque es difícil despertar de una pesadilla cuando no estás dormido."Deberías haberme elegido a mí, Eijiro."— Kirishima.– La tercera voz resuena en la cabeza del pelirrojo como un eco lejano.— Kirishima, ¿estás bien?"Sin embargo, todavía decidiste deshacerte de mí."— Gemelos...– murmura Kirishima en su ensueño, luchando por recuperar el control de sí mismo y parecer normal.— Uno de ellos... uno de ellos está muerto ... Y el responsable... Fue...El dolor interior es inexplicable. Su corazón estaba por explotar y su mente estaba acelerada. Ahora comprende, las experiencias dolorosas pueden cambiar a una persona.— ¿De qué estás hablando? – La tercera persona toca su hombro y trata de sacudirlo un poco, sin embargo para Kirishima el toque arde, y siente que sus ojos comienzan a arder cuando trata de enfocarse en la persona frente a él.— ¿Quién eres tú? – preguntó Kirishima. La persona frente a él está sorprendida y todavía sostiene su toque.— Soy Shoto, Kirishima.– Todoroki murmura en voz baja. Aquí es cuando la imagen se vuelve clara y todo en su habitación parece volver a su color natural. Kirishima siente que se ha liberado de algo.— Todoroki Shoto.— Suéltame...– murmuró oscuramente el pelirrojo sin mirar al rostro del chico.— No me vuelvas a tocar. Dijiste que no querías que estuviera más cerca, ahora no me molestes.Las palabras hieren casi de inmediato al heterocromático, que da dos pasos atrás mientras su cuerpo se torna torpe y se siente diminuto, está mirando a una persona que no conoce del todo. El Kirishima frente a él no es la persona que dice amarlo, esa persona nunca usaría un tono tan desagradable y no lo miraría de una manera tan cruda. No hay error, la persona que tiene enfrente no es la persona que ama platónicamente.— No seas así conmigo, Eijiro.– Todoroki logra decir.Todoroki llora, lo hace en voz alta tratando de llevarse ambas manos a la boca para sofocar los espasmos de ser rechazado por su persona especial.— Yo fui quien te dijo eso.– Una nueva voz resuena desde el fondo del pasillo. Después de un rato, ambos pueden ver a Midoriya cruzar la puerta y caminar hasta el lado de Todoroki— No es su culpa. No le eches encima tus viejas costumbres.— Eijiro, lo siento.– Todoroki sollozó dando un paso adelante. Antes de que pudiera lanzarse sobre el pelirrojo, alguien lo detuvo. Todoroki se voltea para mirar a Midoriya quien niega con la cabeza.— Izuku solo estaba celoso.— No son los celos.– Midoriya soltó su agarre en el heterocromático y se centró en la mirada sombría de Kirishima.— Es solo precaución". Sin embargo, no quise hacerte daño.— No importa lo que me digas, no quiero escucharte ahora.– Kirishima enderezó su cuerpo y se dedicó a levantarse de la cama. Cuando volvió su mirada hacia ambos chicos, se encontró a sí mismo plano con gafas redondas gigantes chocando con su fino cabello rojo.— ¿Quieres ir al jardín? – Estaré solo. Midoriya moduló lentamente. Kirishima lo analizó cuidadosamente antes de mirar a Todoroki.— Conversemos un poco.— ¿Y Shoto? – Pregunto.— El Dr. Bakugou me pidió que fuera a su oficina.– Todoroki dijo rápida y nerviosamente por la presión en toda la situación.— Por favor, arreglen lo que está mal, esto puede terminar afectándonos a todos.Ambos muchachos, Kirishima y Midoriya vieron a Todoroki limpiarse las lágrimas con la manga de su mano y suspirar para poder darse la vuelta y salir del lugar. Todo estaba completamente en silencio cuando Kirishima volvió a mirar a Midoriya, encontrando una sonrisa cálida, pero poco sincera. Kirishima antes de darse la vuelta y salir de la habitación se preguntó por qué Midoriya era ese tipo de persona.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen3h.Co