Truyen3h.Co

Slug

Hola aquí Vera con un capítulo más de este fic.

Pero este no es cualquier capítulo, sino que este es por el momento el penúltimo capítulo de esta maravillosa historia que tanto me ha gustado compartir con ustedes.

Digo que es el "penúltimo" entrecomillas, porque por el momento, aún estoy considerando la posibilidad de alargar un poco más esta historia con unos capítulos más.

Pero mientras me decido en si alargar más o no esta historia, he tomado la decisión de que este se quede como el penúltimo cap por el momento. Todo dependerá de algunas cuestiones personales y creativas.

Aun así, espero que este capítulo les guste ❤️ y más que debo confesar que yo llore escribiéndolo y más adelante, entre líneas entenderán el porqué de mis lágrimas. Las cuales yo diría que fueron lágrimas de felicidad y satisfacción por el resultado final.

Ahora sin más, les dejo con este capítulo ❤️ donde por fin, conocerán el nombre que llevará el tan amado bebé de Maki y Yuta. Sobre todo porque siento yo, que es un nombre muy bonito para el primer hijo de estos dos.

Bueno, que lo disfruten ❄️ es hora que conozcan a semilla de soja 🌱


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Penúltimo Capítulo

"El nombre de cada persona, al igual que las estaciones del año, encierra una esencia única"


27 de diciembre ❄️

Dos días de Nacido.

—¿Y bien? ¿Ya vas a admitir que si hago hermosos bebés? — pregunto Maki con orgullo, mientras veía a Megumi, quien estaba viendo al hijo de esta dormido en aquel cunero.

—Admito que tu hijo es lindo —respondió este, mientras observaba al bebé que tenía su pequeña mano aferrada a su dedo.

—Gracias— contesto Maki muy orgullosa de sí misma. Incluso infló el pecho con gran alegría.

Pero Megumi siguió hablando.
—Aunque de este ángulo, se parece bastante a Okkotsu senpai.

Maki gruño un poco por esas palabras y le dio un ligero puñetazo en el hombro. Parecía que ya había recuperado todas sus fuerzas después de dos días de haber dado a luz.

—Aun así me doy todo el crédito a mí, ya que yo tuve a esta semilla de soja por nueve meses en mi vientre, germinando y creciendo para que se convirtiera en este hermoso bebé — comento Maki con una gran sonrisa mientras volvía a sentarse en el borde de su cama del hospital.

Aquella interacción fue interrumpida por una alegre risa que captó la atención de ambos. Tsumiki rio al ver cómo, a pesar de todo, Maki y Megumi seguían llevándose tan bien.

—Yo diría que este pequeño salió muy parecido a ti Maki san— comento Tsumiki acercándose también al cunero para ver a ese pequeño —En serio, Muchas felicidades. Tienes un muy hermoso bebé.

—¡Gracias, Tsumiki-chan! Tú sí que tienes buen ojo para identificar a quien de los dos se parece más mi hijo—comentó la recién convertida en madre, su voz estaba llena de orgullo, mientras una gran sonrisa iluminaba su rostro.

El hijo de Maki y Yuta era, sin duda, una perfecta combinación de ambos. Este bebé había heredado el abundante y negro cabello de su padre. Pero su rostro era completamente parecido al de su madre.

Si mirabas sus facciones con total atención, podías notar que era una pequeña copia exacta de Maki, incluso en los sutiles gestos que hacía con la boca y la nariz.

Sin embargo, lo que más destacaba de este pequeño bebé, eran sus hermosos ojos en un tono azul, un tanto grisáceo, el cual resultaba ser bastante cautivador.

Maki se acomodó en la cama, recargando su espalda contra las almohadas, mientras tomaba sus palillos, para así tomar un sushi más que sus invitados le habían llevado —¡Esto esta delicioso! ¡Al fin puedo comer este platillo!— festejo con la boca llena.

—Nos alegra que te gusten. Decidimos traerte todo del menú — comento Tsumiki con una gran sonrisa. Ella no podía despegar la mirada de aquel bebé, al cual veía con demasiado cariño.
—En serio, eres un niño muy hermoso— dijo acariciándole aquellas rosadas mejillas.

Aquel bebé respondía positivamente ante esas palabras e incluso, había tomado el dedo de Tsumiki entre su pequeña manita.
—Incluso diría que saco tu fuerza Jeje — comento está acariciando la pequeña manita de ese bebé.

—Y hasta quizás haya heredado tu carácter— contesto Megumi en una leve mueca, tomando asiento en el sillón de aquella habitación.

Maki sonrió enormemente por esos cumplidos, mientras ella seguía comiendo un poco más.

Aquella mesita plegable, estaba llena de varios platos con diferentes presentaciones de sushi y uno que otro plato de sashimi.

Megumi realmente había cumplido su promesa de llevarle aquel platillo que le había pedido y que tanto quería comer una vez diera a luz. Para Maki, aquello era un auténtico festín.

El hechicero de las diez sombras fue el primero entre todos sus amigos en enterarse de que ese bebé ya había nacido. Aquella noche del 25 de diciembre, recibió un mensaje del número de Okkotsu. El mensaje incluía una foto de la pequeña mano del recién nacido, acompañada de un texto que decía:

"Feliz Navidad primo Megumi."

Realmente aquel mensaje había sorprendido demasiado al azabache junto a su hermana, quienes no se esperaban esa noticia aquella navidad, convirtiendo aquella fecha en una muy especial de ahora en adelante.

En cambio, no fue hasta el día siguiente después de haber dado a luz, cuando Maki ya había empezado a recuperar todas sus fuerzas, que los recién convertidos en padres, decidieron darles aquella noticia del nacimiento de su hijo a sus demás amigos y compañeros, los cuales irían a verla y a conocer aquel pequeño una vez ambos salieran del hospital y esa familia se sintieran cómodos para recibirlos.

Además, que decidieron esto debido a la gran carga de trabajo que tenían en la academia, como también por políticas del hospital, las cuales no dejaban pasar a tantas personas para las visitas por día y menos en un piso como en el que se encontraban.

Aun así, sus amigos le mandaron algunos regalos como canastas llenas de frutas y algunos postres.

De todos modos, Maki había pedido que Megumi fuera el primero en visitarla. Y más que ella quería que este le llevara su regalo prometido.

El azabache siguió sobándose el hombro. Aquel golpe que le había dado Maki de verdad le había dolido.
—Veo que ya estás recuperando todas tus fuerzas— movió su brazo.

—Así Parece— Comió un poco más—. Aunque debo confesar que después del parto y que pasara un rato con mi hijo, es que ya no recuerdo nada. Caí totalmente cansada.

Megumi levanto una ceja.
—¿Acaso paso algo más? ¿De verdad no recuerdas nada?

Maki negó con la cabeza.
— Lo único que recuerdo es que, después de que nos limpiaran y revisaran tanto a mi hijo como a mí, me cambiaron de cama. Lo último que le dije a Yuta fue que me sentía agotada. Luego, todo se vuelve borroso. Al parecer, caí en un sueño tan profundo que no desperté hasta el día siguiente. Me siento igual que cuando pasó lo de Atami... incluso recuerdo haber hablado con Mai.

—¿Mai habló contigo en sueños? —preguntó Megumi con intriga.

—Sí, la volví a ver en mis sueños —respondió con una leve sonrisa—Siento que también ella estuvo ahí conmigo en el parto, aunque eso si—hizo una leve mueca— Dar a luz te deja completamente agotada.

—Y ¿Crees que eso de poder ver a Mai es debido a tu restricción celestial?— pregunto Megumi llevándose la mano a la barbilla.

—Azami cree que sí. Aun así me alegra que todo haya transcurrido bien. A pesar de que estuve toda la tarde en labor de parto— respondió Maki antes de llevarse un pedazo de Sashimi a la boca.

—¿Y cómo te has sentido en estos días después de haber dado a luz?— pregunto Tsumiki, mientras tomaba asiento en el sillón, a un lado de su hermano.

—No les voy a mentir— dijo soltando un gran suspiro —Aunque me siento bien porque mi hijo nació sano y perfecto, hay algunas cosas que no son tan color de rosa como suponía — tomo un poco de té que venía en una botella.

—¿Como cuáles? Por cierto, ¿Qué tal te ha ido con la lactancia?— pregunto Megumi recargando su espalda en el sillón. Sabía de aquel tema porque ella se lo conto.

Maki suspiro después de beber.
—¡La lactancia es todo un jodido tema! ¡Aunque ya he producido algo de leche, debo decir que duele! ¡amamantar duele!— se quejó— Aunque ya me han explicado lo del agarre y esas cosas sobre en qué posición darle de mi seno, aun así apenas me estoy acostumbrando a él. Y ni se diga el momento de sacar la placenta, eso duele más que el mismo parto. Pero después viene el tema de ir al baño después de dar a luz, ese dolor es peor que parir, aun sigo sangrando y a pesar que ya no me duele el cuerpo como el primer día, aun me sigo sintiendo extraña conmigo misma, sobre todo con los leves dolores que me dan porque mi cuerpo se está "reacomodando" como dice Azami.

—Creo que esa fue mucha información— contesto Megumi en un suspiro.

— Pero a pesar del dolor —dijo Maki con una sonrisa—El cargar a mi hijo y tener a Yuta a mi lado me ha hecho sentirme acompañada en todo esto y quizás podré manejar el posparto y la maternidad sin volverme loca. En especial porque Yuta ha estado al pendiente de todo desde que nació el bebé. Incluso, según me contó Utahime sensei, este no durmió en toda la noche por cuidarnos a ambos —Sonrió con ternura al recordar cómo, al despertar, vio a Yuta sosteniendo a su hijo con tanto cariño.

Incluso recordó que cuando dio otra leve despertada más en medio de la madrugada, recordó verlo tomar una leve siesta a un lado de ella, con su mano entrelazada con la suya. El pobre realmente estaba agotado, pero seguía al cuidado tanto de su esposa como de su hijo.

—Eso habla del buen hombre que es Okkotsu kun— comento Tsumiki con una gran sonrisa —Por cierto ¿Dónde esta él?— pregunto notando la ausencia de este desde que llegaron.

—Lo mande a casa a dormir por unas horas. Como dije, el pobre no había dormido nada y bueno, tanto Ieiri san como Utahime sensei me estuvieron ayudando antes de que llegaran ustedes dos, pero también ellas ya se fueron a descansar — explico Maki mirando el cunero donde estaba su bebé, el cual empezó a llorar.

Tsumiki se levantó de inmediato y se acercó al cunero y con cuidado levanto a ese pequeño en sus brazos.

Maki bajo un poco los hombros.
—Debe ser su hora de comer. Está comiendo cada dos horas, y es probable que ya tenga el pañal sucio otra vez— suspiro y gruño un poco— ¡Pero yo apenas por fin estoy comiendo! — renegó en una mueca —Y acabando de darle de comer debo llevarlo a la estación de las enfermeras para que lo vuelvan a pesar.

—No te preocupes Maki san. Tu come tranquila y sigue descansando. Deja le cambio el pañal y le doy su biberón. Es más, los días que tenga tiempo puedo ir a tu departamento a ayudarlos a cuidar a este pequeño — comento Tsumiki amablemente y con una gran sonrisa, mientras pasaba a ese bebé a su cambiador para primero cambiarle el pañal, el cual ya estaba sucio como había dicho su madre.

— Muchas Gracias— Maki se notaba totalmente agradecida —Tu ayuda y la de todos los demás se las agradeceré por toda la eternidad. Y más que ahora que sé que necesitaremos mucha energía y fuerzas para estar cuidando a esta semilla de soja.

—¿Semilla de soja?— pregunto la castaña con curiosidad al escuchar ese nombre.

—Digamos que ese es el apodo que le ha puesto Maki san a su hijo desde que se enteró que estaba embarazada— respondió Megumi a esa pregunta.

Tsumiki río un poco.
—Es un lindo apodo. Es muy original en mi opinión — comento terminando de cambiar a ese pequeño, en seguida tomo un biberón de los que ya estaban preparados para ayudar a alimentar a ese bebé sentándose a un lado de su hermano en aquel sillón.

Aquel bebé dejó de llorar una vez empezó a comer.

—Jeje Gracias. Ese fue el primer apodo que se me vino a la mente en aquella ocasión— Maki comió un poco más.

—Por cierto —Megumi miro primero a esa madre y después miro a ese bebé —¿Ya saben que nombre le pondrán? Porque no puedes estarle llamando semilla de soja para siempre.— Acaricio la manita de ese pequeño.

—¡Claro que le puedo estar diciendo así a mi hijo!— dijo Maki en voz alta antes de comer un sushi más —aunque mmm— dijo con la boca llena y después Trago— Confieso que aún no hemos decidido que nombre tendrá.

—Pensé que ya tenían una lista con los nombres que habían elegido para él.

—La teníamos, incluso los habíamos escrito en una hoja de papel, pero a último momento cambiamos de opinión. Especialmente yo ya no los sentía adecuados para mi hijo —comentó Maki un poco decepcionada.

—¿Puedo saber que nombres habías elegido para este pequeño?— pregunto Tsumiki con curiosidad mientras seguía dándole de comer aquel biberón y Megumi acariciaba el cabello de ese niño.

—Bueno, Yuta y yo habíamos pensado en los nombres de Yurika, Mika u Oyuki si es que era una niña, y si era un niño, estábamos entre los nombres de Yuudai o Ryusei— respondió Maki.

—Son unos bonitos nombres. Pero...— Tsumiki miró al bebé que acababa de terminar de comer. Con delicadeza, limpió su boquita y lo tomó en brazos, apoyando su cabecita en su hombro— ¿Qué te hizo descartarlos?

Maki suspiro e hizo a un lado la bandeja de comida—Simplemente siento que esos nombres ya no van con él— explico estirando los brazos.

Su invitada entendió lo que esa madre quería hacer. Así que Tsumiki se levantó con cuidado del sillón y le paso a su hijo. Una vez ese bebé sintió que estaba en los brazos de su madre y el escuchar su voz, empezó a calmarse en su regazo.

Maki admiro a su bebé, tomo su manita y siguió hablando—Y Ahora quiero que tenga un nombre que sea digno de él.

—Aun así, debes elegirle un nombre pronto. Tanto para su registro en el ayuntamiento, como para sus ceremonias del Oshichiya y del Omiyamairi— comento el azabache.

—¡Ya lo se Megumi, no tienes por qué estármelo repitiendo!— comento Maki en una mueca, lanzándole una mirada casi asesina a su familiar.

—El nombre que elijas se que le vendrá como anillo al dedo a tu hijo— sonrió Tsumiki sentándose a un lado de esta en la cama para seguir admirando a ese bebé.

—Lo sé. Por eso espero elegir el nombre correcto para esta semilla de soja — sonrió mirando con ternura a su hijo, depositándole un beso en su cabecita.
—Por cierto — rápidamente miro a ambos Fushiguros— ¿Ustedes saben por qué sus padres eligieron sus nombres?— pregunto Maki con curiosidad mientras ponía a su bebé en su pecho.

Aquella pregunta sorprendió a ambos adultos.

Megumi fue el primero en responder. Soltó un suspiro lleno de fastidio porque no le gustaba hablar de ese tema.
—Yo nunca supe porque realmente mi padre me nombro así — rasco su nuca— La verdad se nota que no le tomo la importancia debida a mi género y por eso termino de nombrarme de esta manera.

Tsumiki río levemente.
—Quizás te nombraron así porque fuiste un "milagro" para tus padres. O eso quiero creer.

Megumi miro a su hermana con molestia.
—Habla por ti, mínimo tú tienes un nombre que va contigo.

Maki río un poco al verlos actuar de esa forma, como los hermanastros que eran.
—¿Y tú Tsumiki? ¿Sabes por qué tus padres te pusieron así? O ¿Alguna vez les preguntaste?

—¿Yo?— La nombrada se apuntó a si misma —Bueno— acomodo un mechón de su cabello —Una vez le pregunte a mi madre y ella solo dijo que me puso este nombre porque nací el día del "Tsukimi" — explico —Nací en la noche de la primera luna llena del otoño y fue por eso que me nombró así, aunque claro, cambio el orden de las letras — sonrió.

—Así que te nombraron de acuerdo a la estación en la que naciste ¿Eh?— comento Maki con curiosidad y después miro a su bebé, quien hacia leves ruiditos en sus brazos.

—En mi caso así fue o eso es lo que me dijo mi madre.— Comento Tsumiki —¿Y tú Maki chan? ¿Alguna vez le preguntaste a tu madre el porqué de tu nombre?

Esas preguntas la congelaron un momento mientras veía a su bebé.
El recuerdo de su madre antes de asesinarla vino a su mente.

Ella le había hecho la misma pregunta aquella vez cuando elimino a su clan.
Incluso Noritoshi le había hecho el mismo cuestionamiento en la colonia de Sakurajima. Donde incluso ella le había dado el consejo a este sobre que no fuera como ella, que simplemente no tropezara con la misma piedra.

En aquel momento de reflexión, Maki estaba preguntándose si su madre alguna vez había sentido cariño por ella y por Mai. Aquella pregunta cruzo su cabeza mientras acariciaba la mejilla de su hijo quien hizo unos ruiditos y abría un poco sus ojitos.

Varias preguntas siguieron bombardeando su mente con el tema de su madre
¿Acaso ella había elegido sus nombres basados en algo? ¿Por qué la nombro a ella como Maki y a su gemela como Mai? ¿Cuál era el origen de sus nombres?

En aquel instante se veía bastante pensativa y eso lo noto Megumi. Quien empezó a preocuparse por el silencio de Maki y su mirada fijamente en su bebé. Tenía miedo que hubiera entrado en una crisis.
—Maki san ¿Estas bien?— pregunto este preocupado poniéndose de pie y acercándose a ella con cuidado.

—Estoy bien— respondió ella sin despegar su mirada de su hijo, estaba admirando sus ojos azules, los cuales eran igual de profundos que los de Yuta —Y bueno... sobre mi nombre— titubeo levemente — Si llegue a preguntarle a mi madre sobre el origen de este, pero... — soltó el aire en un suspiro de tristeza —nunca me dio una respuesta a esa interrogante.

Tsumiki y Megumi se miraron entre sí, parecía que habían intercambiado el mismo pensar sobre qué algo le pasaba a Maki y el cómo ese tema parecía afectarle.

La castaña se empezó a acercar a esta con cuidado. Su hermano le había contado como Maki con anterioridad había presentado crisis y ahora que se había convertido en madre, lo que menos querían es que tuviera una.

—Aunque— Maki siguió hablando y miro a esos dos, los cuales ya estaban cada uno a cada lado de la cama—En su momento investigue tanto el significado de mi nombre, así como el de Mai.

—¿Así? ¿Y qué significado tienen sus nombres?— pregunto Tsumiki con una suave sonrisa.

—Bueno— Maki acuno a su hijo en su brazo izquierdo, mientras con su mano derecha, tomo de nuevo los palillos y tomo el sushi que llevaba su nombre— básicamente mi nombre significa "rollo", así como este alimento, aunque también sé que significaba algo como "belleza" o algo así. En este punto ya no me importa — comió— pienso que mamá tenía hambre cuando me puso mi nombre — dijo con la boca llena.

Trago y siguió hablando.
—Y el de Mai, por lo que investigue, básicamente significaba algo así como "brillo" o "danza"— sonrió un poco mientras tomaba otro rollo— Así que supongo que mi madre nos dio los nombres de cosas que le gustaban o eso quiero creer — comió.

—Entiendo, quizás es como dices, algunos padres nombran a sus hijos como cosas que les gustan — sonrió Tsumiki.

—Pero no por eso vayas a nombrar a tu hijo como la comida chatarra que tanto te gusta o le dejes el apodo de "semilla de soja" ¿de acuerdo?— comento Megumi con los brazos cruzados.

Maki frunció los labios.
—¡Tampoco creas que haría algo así! — dejo sus palillos y sujeto a su bebé con ambas manos y lo elevó suavemente para verlo más de cerca—Pero aun así le seguiré diciendo semilla de soja cuantas veces quiera porque es mi hijo —Beso su frente.

Tsumiki sonrió por cómo se llevaban esos dos que eran familiares de sangre. Los cuales seguían intercambiando palabras sobre aquel tema de los nombres, hasta que una enfermera entró para asegurarse que tanto el bebé como la madre estuvieran bien. Y sobre todo, para asegurarse que ese pequeño ya hubiera sido alimentado como marcaban los horarios.

Incluso, Tsumiki se ofreció a llevar a ese pequeño a la estación de enfermería para dicha tarea de pesar al bebé.

De verdad, Maki se sentía apoyada en ese momento, agradecía que esos dos quisieran apoyarla en esa etapa.

Eso la hizo cuestionarse si su madre no empezó a volverse loca desde el nacimiento de ellas dos y más que en el clan se tenía poco apoyo y paciencia a las recién convertidas madres.

Solo esperaba no volverse loca como ella. Pero parecía que así sería si no elegía pronto un nombre para su bebé.

Aquella madre primeriza no creía que elegir un nombre adecuado para un bebé sería algo difícil. Incluso Tsumiki y Megumi le habían ayudado buscando algunos nombres y sus significados por Internet a través de sus teléfonos.

Pero ninguno le gustaba o agradaba.

Así que dicha lista fue desechada. Ahora quedaba esperar a que Yuta regresara para hablar de dicho tema y entre los dos elegir el nombre de su primer bebé.



◈ ━━━━ ❄️ ━━━━ ◈

La noche cayó rápidamente, así como la nieve seguía cayendo en Tokio.

Yuta había regresado al hospital cerca de las ocho de la noche, ya que toda la tarde se la paso descansando para regresar a cuidar a Maki y a su hijo toda la noche.

Incluso llego antes de que Tsumiki y Megumi se retiraran aquel día. Ya que estos querían pasar el mayor tiempo posible con esa madre y su recién nacido.

Una vez esos dos se fueron, Yuta observo como su esposa estaba semi acostada en la cama, con su pequeño acostado en su pecho. Realmente está no se quería despegar de él.

Ambos intercambiaron una dulce sonrisa. Yuta se acercó a ella y le beso la frente, mientras su mano estaba sobre su hijo, quien reaccionaba a este.

—¿No es hermoso?— pregunto Maki con una sonrisa.

Yuta le beso en los labios.
—Lo es— dijo con una sonrisa, mientras acariciaba el cabello de su hijo.

—¡En serio! No puedo creer que este pequeño haya crecido y salido de mi— decía Maki con gran emoción, mirando hacia su vientre, el cual seguía levemente abultado aún después del parto — ¿Cómo es que cabía en este espacio tan pequeño?

Yuta sonrió por esas palabras. La notaba bastante animada.

—Bueno, digamos que esa respuesta solamente la tiene la naturaleza. El cuerpo humano es sabio, sobre todo el cuerpo de ustedes como mujeres, porque con una sola semilla, crean un hermoso bebé como tú lo hiciste— beso sus labios una vez más.

Maki correspondió el beso y después hizo un leve puchero—Date algo de crédito también tu — dio unas muy suaves palmadas en la espalda de su bebé — porque este pequeño lo creamos los dos— sonrió.

Después de un beso más, Maki le hizo un campo a su esposo en aquella cama. Le hizo la invitación, dando una palmada al lado derecho del colchón.

Yuta entendió esa señal, así que con cuidado y quitándose las pantuflas, se acomodó a un lado de su esposa, mientras esta seguía recargando en su pecho a su hijo.

Ambos admiraron a aquel pequeño, quien estaba bastante tranquilo para aquella hora de la noche.

—Y ¿Cómo les fue con la visita de Megumi y Tsumiki?— pregunto Yuta poniendo su mano sobre la de su esposa, la cual descansaba suavemente en la espalda de su bebé.

—Nos fue bien. Megumi conoció a su primo y Tsumiki me estuvo ayudando mucho con esta semilla de soja, incluso le cambio el pañal y me ayudo a darle su biberón varias veces. Y digamos que estuvimos hablando de varios temas mientras yo me comía todo el sushi que me habían venido a traer.

—Se nota que se divirtieron. Y ¿De qué temas interesantes hablaron?— pregunto Yuta mirándola con cariño, mientras esta recargaba su cabeza en el hombro de su marido.

—Hablamos sobre cómo me fue en el parto y lo que paso después, así como también hablamos sobre cómo me he sentido estos días, pero sobre todo hablamos de nombres...

—¿Nombres?— Yuta elevó una ceja.

—Si, estábamos hablando sobre que tenemos que elegir un nombre para nuestra semilla de soja— Maki beso la frente de su bebé una vez más — A mí me gusta decirle así, pero como dijo Megumi, una vez saliendo de aquí debemos registrarle. Debemos darle una identidad— suspiro.
Después su vista fue hacia su esposo—Así que debemos elegir un nombre para este pequeño.

—Pensé que ya teníamos dos opciones. ¿Acaso ya no te gusta ninguno de los dos nombres que ya teníamos elegidos?— pregunto su esposo, mientras acariciaba el cabello de su hijo.

Maki soltó el aire de golpe.
—Siento que he cambiado de opinión y ya no me convencen como para nombrar con alguno de esos dos nombres a esta semilla de soja— recargo suavemente su mejilla en la cabeza de su bebé— Y eso de una forma u otra me hace sentir mal...

—No deberías sentirte mal. — Yuta recargo suavemente su cabeza con la cabeza de esta —Además tú lo dijiste meses atrás— miro a su hijo y acaricio su cabello una vez más. —Tu querías esperar hasta que naciera para poder nombrarlo como era debido, y más que no querías que la mala suerte llegara o nos pasara alguna tragedia antes que naciera. Así que es válido cambiar de opinión.

—Lo sé y sé que habías elegido esos dos nombres con anterioridad porque te gustaban...— suspiro un poco.

—Bueno, en realidad solo los habíamos elegido para irnos dando una idea de cómo nombrarlo— Acaricio su cabecita con ternura, eso hizo que su hijo se moviera un poco — Aunque ahora que ya ha nacido y que por fin está con nosotros, siento que ninguno de esos dos nombres irían con este pequeño— Yuta sonrió dulcemente viendo a su hijo—Y más que siento que se parece mucho a ti.

Maki sonrió por esas palabras—Es una combinación de ambos, aunque admito que me gustaría presumir que este pequeño tiene un agarre igual de fuerte que el mío— dijo mostrando levemente la manita de su hijo, quien le estaba tomando por su dedo índice con fuerza.

Yuta río levemente por ese comentario. Después suspiro—Aún así debemos pensar en un nombre que vaya con él.

—Definitivamente, ya que tanto para su Omiyamairi como para su Oshichiya lo necesitaremos.

Ambos guardaron un momento de silencio, el cual fue roto por Yuta, quien sacó su celular y empezó a buscar en Internet algunos nombres que recordaba.

—mmmm que te parece ¿Yamato?— sugirió.

Maki negó con la cabeza.
—No me gusta. Suena a nombre de anciano.

—OK, entonces que te parece ¿Kaito?

—mmmm No.

—¿O que tal Kenta?

—Lo sugirió Megumi y la verdad no me gusta. Siento que no va con este bebé.

—¿Y qué opinas de Takeshi?

Maki negó con la cabeza.

— ¿Sosuke? ¿Satoshi?¿Hiroshi?— Yuta sugirió más nombres.

Maki siguió negando con la cabeza y después guardo silencio por un momento.

Yuta suspiro —Me rindo...— bajo los hombros — ya no se me ocurre ningún nombre más.

De verdad ninguno de esos nombres le convencía. Incluso ante todas esas sugerencias, el bebé hizo algunos ruiditos como si no estuviera de acuerdo a los nombres que sugería su padre.

—Y ¿A ti te convence alguno de esos nombres?— pregunto Maki mirando a su esposo.

— mmm algunos no mucho— respondió Yuta en un suspiro. Bloqueando la pantalla de su celular y dejándolo a un lado.

—¡Tsk!— Maki soltó aquel ruidito de queja —No pensé que elegir un nombre para un bebé fuera tan difícil.

Yuta se sentó en el borde de la cama para mirarlos a ambos.
—Bueno, si que es difícil escoger un nombre, pero debemos buscar uno que sentamos que sea digno de él. Es igual como aquel que nombro a todas las flores.

—¿Y Qué tiene que ver las flores con esto?—Maki levanto una ceja ante tal comparación.

—Me refiero que a todas las flores les fueron puestos algún nombre significativo para así recordar lo hermosas que eran— Miro a su hijo y le acaricio sus manitas.
—Lo mismo pasa con el nombre que elijamos para nuestro hijo. Debe ser uno que tenga un significado especial tanto para nosotros como para él. Y más porque bien dicen que "un nombre puede definir a una persona". Podríamos elegir un nombre que sea significativo para nosotros o que, en su caso, nos recuerde algo especial.

—Bueno, viéndolo de esa forma— Maki regresó la vista a su hijo— lo más significativo que nos pasó a los dos, es que esta semilla de soja paso por las cuatro estaciones del año— Comento acariciando la mano de su bebé —Me di cuenta que estaba embarazada en primavera, sobrevivimos al cruel verano, en el otoño estuvo muy inquieto y casi nace cuando inicio el invierno... literalmente las cuatro estaciones del año las vivimos en carne propia.

Yuta sonrió por eso, parecía que Maki ya había captado lo que le quería dar a entender.

Después miro a su hijo, el cual empezó a moverse un poco y a hacer más ruiditos. Ahora fue el turno de ese padre en cargarlo, así que Maki con sumo cuidado lo puso en los brazos de Yuta, quien lo empezó a arrullar suavemente con su tarareo.

—¡Ya se!—A Maki se le había ocurrido una idea — ¿Y si elegimos un nombre de acuerdo a alguna estación del año?— sugirió.

Yuta ladeo un poco la cabeza, mientras esperaba más explicación sobre eso.

—Me refiero a que este bebé fue como una flor, así como dijiste. La plantamos en primavera y empezó a dar sus primeras raíces en esa estación.

Yuta afirmó con la cabeza.

Maki siguió explicando y ejemplificando con sus manos.
—Luego en verano empezó a germinar y a tomar forma, en otoño siguió creciendo y madurando hasta que finalmente en invierno nació. Realmente este bebé fue de primavera a invierno.

Su esposo volvió a afirmar con la cabeza.
—Por algo siento que fue un embarazo y un nacimiento muy significativo— comento Yuta con una sonrisa —Entonces Dime, Maki san — miro a su esposa —¿Qué estación te gusto más? O mejor dicho ¿Qué estación fue más significativa para ti cuando estabas embarazada?

—¿A qué va esa pregunta?— elevo una ceja.

—Bueno— se acomodó con cuidado a un lado de ella para seguir los dos admirando a su pequeño. Puso a aquel bebé en medio de ellos. —Debe de haber alguna estación o etapa de tu embarazo que más te haya gustado. De ahí podríamos partir.

—Entiendo — Maki rasco su cabeza.—La verdad, es que debo confesar que casi todas sus estaciones tuvieron sus buenos y malos momentos. Unas me gustaron menos que otras...

—¿Así? ¿Por qué?— pregunto Yuta con curiosidad.

—No me malinterpretes, cada etapa de mi embarazo la viví diferente y cada estación me dejo marcada de alguna forma— Explicó Maki observando como Yuta parecía estar esperando más palabras. —La primavera, me dejo marcada cuando me enteré que estaba embarazada, esta estación fue muy significativa para mi porque tenía miedo ante este descubrimiento — miro a su hijo y le acaricio su rosada mejilla —Tenia mis dudas y miedos debido a que no sabía que debía hacer o elegir— miro a su esposo— Pero al final decidí ser madre.

—Aún recuerdo el día en que me diste esa noticia — contesto Yuta con una gran sonrisa.

—Créeme, no olvidaré tu rostro de sorprendido y al mismo tiempo de asustado porque yo hice esa misión — dijo Maki regresando su vista a su hijo —Luego vino el verano, debo confesar que esa fue mi peor estación. Con todos esos subes y bajas emocionales donde creí que nuestro matrimonio acabaría.

—Esa si que fue una estación muy agitada. Tuve miedo de que nuestra relación llegara a su fin, así como por aquel ataque de esa maldición hacia ustedes dos.

—Demasiado. Y que estemos vivos de milagro dice mucho de esa tormentosa estación, donde al final la tormenta se fue disipando para dejar al descubierto un cielo soleado— contesto Maki acariciando suavemente la mano de su bebé, ya que este le había atrapado su dedo una vez más.— Luego vino el otoño, donde a pesar de que las cosas fueron mucho más tranquilas, debo confesar que sus colores naranjas, rojos y amarillos solo me llenaron de nostalgia y más por todas las situaciones familiares que pasamos y los eventos llenos de recuerdos. Y a pesar de que fue una estación tranquila, no dejo que pensara bastante en el pasado, y eso es algo que no quiero para este bebé. Que viva estancado en el pasado.

—Entiendo. Es muy comprensible ese punto. Y es algo que ambos queremos.

—Y por último tenemos al invierno.— Maki sonrió aun sujetando la mano de su hijo — Al inicio pensaba que esta estación iba a ser la más complicada. Pero resultó ser la más cálida hasta el momento — paso su dedo pulgar por aquellos deditos — además que fue la estación donde por fin este pequeño nació. Así que ha sido la que más me ha gustado hasta el momento.

Yuta sonrió por esas palabras mientras admiraba a su esposa.

—Así que decidirme por una estación, supongo que será fácil por todo lo que ya dije— respondió Maki mirando a su esposo.— Pero ¿Y qué hay de ti?

Yuta tomo la otra manita de su bebé —Yo como su padre, el atravesar por las cuatro estaciones también fue muy significativo, pero fue un proceso diferente.

Maki lo miró mientras esperaba una explicación más detallada.

—Debo confesar que desde que me dijiste que estabas embarazada en aquella primavera, mi mente se llenó de miles de pensamientos. Tanto buenos como malos.

Yuta tomo un respiro y siguió explicando. Recordando todo aquello que vivieron en esos meses.
—Después llego el verano, realmente no quería que nada malo les pasara a ustedes dos. En especial cuando pasó lo de esa maldición y estuvieron al borde de la muerte. O también, debo admitir que sufrí demasiado con nuestra separación de una semana. En serio pensé que nuestro matrimonio había llegado a su fin.— miro a su esposa— Todo eso me dejó un mal sabor de boca. Y yo lo único que pedía al cielo es que ambos estuvieran bien. Y salieran de esta sanos y salvos. Y bueno ...

Un pequeño suspiro salió de su pecho.
— Del otoño no hay mucho que decir. Comparto la misma opinión que tú. Fue demasiada nostalgia para una sola estación. Y pues ahora en el invierno, qué más puedo decir— acaricio los dedos de su hijo con una sonrisa— Mi miedo más grande era perderlos a ustedes en el parto, pero ahora que todo ha salido bien, es un respiro de total alivio. En especial porque este pequeño niño ya está aquí entre nosotros y tu estas radiante.

Con su mano libre, Maki le acarició el rostro a su esposo —Perdón por haberte preocupado bastante en todo el embarazo.

Yuta beso la palma de esta.
—No tienes por qué pedirme perdón. Ambos tuvimos nuestras malas rachas. Pero no todo fue malo, también tuvimos buenos y divertidos momentos como cuando se lo revelamos a los demás o como cuando nos organizaron el baby shower y la ida al acuario.

Maki sonrió por esos recuerdos.
—Supongo que esa fue tu parte favorita ¿Cierto?

—Lo fue— Yuta dijo con gran alegría —Supongo que todas las estaciones me dejaron marcado de una u otra forma.

—A ambos nos dejó marcado este embarazo, aunque yo diría que fue más de manera positiva que negativa— Maki miro a su bebé con una sonrisa serena.

Después, del pecho de Yuta salió un suspiro de alivio.
—Si que lo fue. Pero aun así debemos elegir un nombre para este pequeño — admiro con ternura a su bebé.

—Veamos...— dijo su esposa sentándose con cuidado en la orilla de la cama.

En aquel instante, Maki observó la gran ventana que tenía en su habitación y noto algo que hasta ese momento no había captado y eso era que desde que comenzaron sus contracciones, la nieve no había dejado de caer. Así como también, esta empezó a caer con aquel susto en el cumpleaños de Megumi donde parecía que su hijo nacería.

—Nieve...

—¿Huh? ¿Qué pasa amor?— pregunto Yuta, también tomando asiento a la orilla de la cama y acomodando a su hijo en sus brazos y viendo a su esposa.

—Acabo de notar algo.

—¿Qué es eso que acabas de notar?

Maki empezó a explicar —Que desde que empezaron las contracciones no ha parado de nevar. Incluso cuando el trabajo de parto estaba avanzado, la nieve y los fuertes vientos no dejaron de caer, incluso una vez nuestro hijo nació, la tormenta invernal se detuvo y ahora que el bebé está con nosotros, la nieve cae lentamente... en todo ese proceso, la nieve no ha dejado de caer— se giró a ver a su esposo— es como si esta reaccionara con nuestro hijo.

En ese instante, ambos se miraron entre sí, parecía una señal del nombre que buscaban.

—¿Parece que ambos pensamos en lo mismo? ¿No?— pregunto Maki con una gran sonrisa, acercándose a su esposo para ver a su hijo, el cual tenía los ojos abiertos en ese momento. Incluso acaricio su mejilla color durazno — Hasta el que haya heredado tus ojos azules es como una señal.

—¿En que este es un niño traído por la nieve? ¿Cierto?— pregunto Yuta con curiosidad.

Maki afirmó con la cabeza.—Un pequeño de la nieve.

—Yukio— susurro Yuta.

Maki sonrió enormemente por esa respuesta.
—Okkotsu Yukio— paso sus dedos por aquel grueso cabello que también había heredado. —Me gusta cómo se escucha.

—También a mí me gusta como suena su nombre— Yuta tenía una gran sonrisa en los labios. Sujeto bien a su hijo entre sus manos para elevarlo un poco —Bienvenido Yukio. Tu madre y yo te amamos.

Esas palabras hicieron que Maki se acercara tanto a darle un beso a Yuta en los labios como a depositarle un beso en la cabeza de su hijo, al cual habían decidido llamar Yukio.

Parecía que ese nombre le quedaba perfecto, ya que ese pequeño era una bendición traída por la nieve.

—Me gusta este nombre para él.— Maki siguió acariciando el cabello de su hijo mientras recargaba su cabeza en el hombro de su esposo— Mi pequeño Yukio. Alias, mi pequeña semilla de soja.

Y con ese nombre, nombraron al primer hijo del clan Okkotsu. Quien seria conocido como Yukio Okkotsu. El niño bendecido por la nieve.



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Espero les haya gustado este capítulo que como dije, fue muy especial para mí al escribirlo.

No desesperen. Pronto todos los demás tíos conocerán al pequeño Yukio, el cual estará rodeado de mucho amor.

Solo quería que la primera persona que lo conociera fuera Megumi, ya que como se dijo en capítulos anteriores, él y Maki tenían una promesa y este tenía que cumplirla.

Además, yo siento que la relación entre el primo Megumi y el pequeño Yukio será muy especial ❤️ al igual que la tía Tsumiki será especial para ese pequeño.

En fin, cada vez ya falta menos para el gran final de este fic.

Debo confesar que tengo sentimientos encontrados, por un lado, esta la felicidad porque por fin acabaré esta historia que llevo escribiendo desde hacía dos años y a la vez tristeza porque todo lo bueno debe llegar a su final.

Aun así, me alegra haber compartido toda esta historia con todos ustedes. En serio, estoy también muy agradecida con cada uno de ustedes mis queridos lectores por el apoyo dado todo este tiempo.

En serio, Muchas gracias por tanto ❤️🫶🏻

Nos seguimos leyendo ❤️👶🏻🌱


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